Capitulo 30

Capitulo 30

Dos días en que el no fue a verla. Dos días en que prácticamente se olvidó de ella, eso creía, pero no, Peter solo intentaba encontrar la forma de aconsejarla y ayudarla. No quería verla mal otra vez. Caminó directamente a su casa, tocó el timbre y justamente ella salió a recibirlo.

-¿Peter ? –preguntó insegura. El le sonrió cálidamente, en gesto de disculpas, y ella se lanzó a darle un abrazo, de aquellos abrazos que llegan cuando más los necesitas. Ambos cerraron los ojos, disfrutando el calor del otro.

-Siento haberme alterado… -susurró Peter  en su oído –te amo, y solo quiero protegerte.

-Perdóname Peter –dijo ella con los ojos llenos de lágrimas –estaba muy deprimida, y no pensé en nada y…

-Shh… -la interrumpió –sé que ahora no volverás a hacerlo, solo quiero verte bien mi vida –susurró cerca de sus labios. –te amo princesa.

-Yo también te amo –dijo ella dándole un beso muy apasionado. Peter  la elevó un poco en el aire mientras se besaban. Ambos rieron, sin separarse.

-Queda solo una semana para el baile, este sábado –dijo Peter  con una coqueta sonrisa -¿tendría yo el honor de que mi acompañante sea usted, señorita? –preguntó fingiendo una reverencia. Lali  río divertida.

-Por supuesto que podría acompañarlo, señor Lanzani –dijo ella riéndose con suavidad

-¿Necesitas ir a comprar vestido? –preguntó Peter.

-Sí, pero esta vez, no irás tú –dijo ella con una coqueta sonrisa.

-¿Y por qué no? –preguntó el frunciendo el ceño.

-Porque será sorpresa –susurró ella en su oído. Peter se mordió el labio de forma traviesa.

-Bueno, si mi novia quiere darme una sorpresa… -dijo Peter sonriendo. Ella arqueó una ceja.

-¿Novia? –preguntó ella. Peter  se mordió los labios, recordando que aún no se lo pedía. Tampoco tenía algún día especial para hacerlo.

-Bueno, amiga, chica, a no ser… que quieras ser mi novia –dijo Peter mirándola directamente a los ojos.

-No me lo has preguntado –dijo ella mordiéndose los labios también. Peter s se tensó un poco, esos simples gestos lo provocaban.

-Señorita Lali  –dijo Peter con una coqueta y traviesa sonrisa, mientras se arrodillaba y le tomaba la mano -¿aceptaría usted ser mi novia? Prometo cuidarla y protegerla, serle fiel y prontamente casarme con usted –ambos se rieron divertidos. Ella lo miró con una sonrisa, no podía creer todo esto, pero aún así…

-Sí, si quiero –dijo ella riéndose. Rodeo el cuello de Peter  con sus brazos, mientras el la tomaba por la cintura y le daba un beso con mucha pasión. Se abrazaron luego de eso, mientras Louis cerraba los ojos. Absolutamente todo lo que siempre deseó se estaba cumpliendo. Esperaba que el momento durara, realmente lo necesitaba. La apretó más contra él.

-Te amo hermosa, no lo olvides jamás –ella sonrió mientras seguía apoyada en su pecho. Y podría estar toda la vida así.

Peter y  Lali esa misma tarde decidieron ir al cine. Les quedaban solamente tres días de colegio, pues eran las despedidas y todo eso. Así que no tomaban con mayor importancia el hecho de ir a clases al día siguiente. Vieron una película de acción, a pedido de Lali . A ambos les pareció bastante buena, luego de eso fueron a comprar un helado, pues Lali era fanática de ellos. Peter siempre sabía que en una calurosa tarde, debía tener un helado para ella.

-Amo el helado –dijo ella mientras pasaba su lengua por el helado de vainilla. Peter la miró divertido, mientras se mordía el labio algo nervioso.

-En todos estos años, créeme que si me he dado cuenta –dijo él mientras le tomaba la mano.

-¡Miren a quién tenemos aquí! –esa voz repugnante, pensó Lali. Ambos voltearon, Amy, Jeronimo y Belen estaban parados justo atrás de ellos.

-Que grata sorpresa –dijo Peter con cierta ironía fulminando con la mirada a Jeronimo.

-La bella y la bestia –musitó Jeronimo.

-Más bien, el bello y la bestia –dijo Belen mirando despectivamente a Lali.

-Bueno, gusto verlos, nos vamos –dijo Peter tomando fuertemente de la mano a Lali.

-Así que… por fin te tomaron en cuenta, Lanzani–replicó Jeronimo antes de que se fueran. Peter lo fulminó con la mirada.

-Si, y lo mejor que pude haber hecho –contestó Lali antes de que Peter  dijera algo.

-¿Fue lástima querida Lali ? –preguntó Jeronimo  arqueando una ceja.

-No, es amor, algo que tú no conoces –dijo ella guiñándole un ojo. Peter sonrió.

-Espera un tiempo, tendrán sexo, y el te dejará –agregó Belen –no creas que eres demasiado especial, lo hace con todas, te dice que te ama y luego te lleva a la cama, entonces te deja –dijo Belen –o quizás solo es una apuesta de las que suele hacer con las chicas –dijo ella. Peter la fulminó con la mirada.

-La gran diferencia, es que las que se prestan para tener sexo y apenas te conocen, no son chicas a las que le diría te amo. –dijo Peter guiñándole un ojo.

-¿Con quién apostaste esta vez, Lanzani? –preguntó Amy

-Ya déjenlo, si tampoco tener a esta puta es tan difícil, un par de miradas y corre hasta ti –dijo Jeronimo de forma despectiva. La gota que derramo el vaso. Peter comenzó a caminar amenazadoramente haciajero , pero Lali se puso frente a él.

-No Peter  –susurró ella –no lo hagas.

-¿Ves? Tu novia me defiende, solo porque le gusto que me acostara con ella –Peter en un hábil movimiento, movió a Lali  y se tiró sobre Jeronimo , ambos cayeron al piso bruscamente, comenzaron a golpearse. Lali estaba desesperada, mientras Amy y Belen reían. Peter le dio un puñetazo en los labios, pero Jeronimo le lanzó uno al ojo. Se golpearon con odio, hasta que Jeronimo se levantó rápido y le dio una patada en el estómago a Peter , quien gimió de dolor, el le dio otra, riéndose burlón. Entonces  Lali no lo soportó y se lanzó sobre la espalda de Jeronimo , arañándole los brazos. Jeronimo le dio un codazo para que lo soltara, y este llegó a las costillas de Lali. Entonces, ella gimió y Jeronimo golpeó otra vez a Peter , demasiado fuerte, esta vez, el muchacho escupió sangre. Lali  se horrorizó. Para su suerte, dos policías pasaban por el lugar y vieron la escena. Jeronimo iba a correr, pero lo detuvieron. Amy y Belen corrieron del lugar. La policía tomó a Jeronimo detenido y llamó al carro policial. Peter con ayuda de su novia y uno de los uniformados logró levantarse.

-Necesitamos ir a un hospital –le rogó Lali al policía.

-Ahí viene el carro –dijo indicando el auto policial –los llevaremos a ver las lesiones y luego a la comisaría –replicó el policía.

-Amor, tranquila, estoy bien –dijo Peter abrazándola.

-Peter , mírate, no estás bien –dijo ella. Efectivamente, los labios de Peter sangraban, tenía un gran enrojecimiento en el ojo y en las mejillas, probablemente moretones luego.

-Si estoy bien mi amor, solo son unos golpes –dijo con la voz entrecortada. Dos carros policiales llegaron al lugar, en uno de ellos subieron a Jeronimo esposado y en otro a Peter y a Lali . Ella lloraba aún temblorosa, realmente estaba preocupada por Peter, sacó una pañoleta de su bolso, que usualmente usaba como cintillo y la puso la comisura de los labios de Peter, que no dejaban de sangrar. Peter se recostó un poco y cerró los ojos. Le dolía todo el cuerpo, demasiado. Pero no quería que ella se diera cuenta o se preocuparía más de la cuenta. Su estómago le dolía, los músculos de todo el cuerpo, y sentía como su nariz y labios sangraban.

Llegaron al hospital, ambos entraron en salitas diferentes, a ella la revisaron pero nada andaba mal con ella, solo sabía que se le iba a formar un buen moretón en las costillas. Suspiró y se dispuso a esperar a Louis. Cuando salió, llevaba algodones en la nariz, un poco de algo que era como una crema en los labios, y en otras zonas enrojecidas de su rostro. Caminaba lento, se notaba adolorido. Sonrió un poco al ver a su novia. El policía les indicó que fueran al auto, necesitaban ir a la comisaría.

-Apenas salgamos de aquí, irás a dormir –indicó su novia. El asintió.

Llegaron a la comisaría, ahí estaba Jeronimo. Los llevaron a una sala, a declarar.

-Entonces niños ¿cómo ocurrió esto? –preguntó el policía. Lali levantó la mano como si estuviera en el colegio. –señorita…

-Mi novio y yo caminábamos tranquilos, y él se acercó con dos chicas de la escuela a molestarnos, me dijo cosas horribles, y ahí comenzó todo –dijo ella –luego comenzó a golpear a Peter en el suelo –dijo indicando a su novio –y me lancé sobre él, me dio un codazo y bueno, ahí llegaron ustedes.

-Pero él comenzó –dijo Jeronimo mirándonos con odio.

-Tú la llamaste puta. –replicó Peter con odio.

-Es lo que es –dijo Jeronimo fulminando a Lali  con la mirada. Ella no lo miró.

-Jóvenes, es suficiente –dijo mirándolos a ambos. –bien, ustedes dos se pueden ir –dijo indicando a Peter y a Lali  -no quiero verlos en algo así otra vez –ambos asintieron –en cuanto a ti, te quedas dos horas, por no mostrar respeto. –Jeronimo hizo una mueca de enfado. Peter tomó de la mano a Lali , y como pudo caminó hasta afuera.

-Amor, llamaré a Agustin por si puede venir por nosotros –dijo Peter ,Lali  asintió. Agus pasó por ellos, se preocupó bastante por Peter, luego los dejó en casa de peter. Jay, su madre, escandalizó bastante al verlo llegar herido, pero Peter la tranquilizó diciéndole que estaría bien. Jay lo regañó por ponerse a pelear en la calle. Pero Lali la tranquilizó contándole todo. Los dejó por fin solos, porque su novia se ofreció para cuidarlo.

-Siento esto –dijo Peter

-Yo lo siento peter, fue Jeronimo … no debí haberme metido con ese imbécil –dijo ella.

-No te preocupes linda, ya pasó –sonrió. –mañana es tu cumpleaños, y estaré todo magullado –dijo frunciendo el ceño.

-Pero estarás conmigo, después de muchos cumpleaños, esta vez, eres oficialmente mi novio –ambos sonrieron. –no sé como no me di cuenta antes.

-Quizás porque me comporté como un tonto –dijo Peter –intentando aparentar algo que no era. Pero ya no importa, estoy contigo y me transformé en un cursi –ella sonrió y le besó cortamente los labios. -¿te quedarás conmigo?

-Sí, apenas sean las doce, seré mayor de edad y podré hacer lo que quiera –Peter soltó una risa.

-Muy madura –dijo Peter rodando los ojos. Ella se río.

-Bien –dijo ella –sácate la camisa. –Peter la miró sorprendido, prácticamente se le salieron los ojos. Sintió un calor recorrerle todo el cuerpo. Pero ella comenzó a reírse –no seas pervertido Peter, solo veré que tal están esos golpes –dijo rodando los ojos.

-Graciosa –dijo Peter  mientras se quitaba la camisa, Se recostó mientras ella miraba su abdomen. Intentó concentrarse y no parecer perturbada en absoluto con el torso desnudo de Peter

.

-Eso se va a poner más feo ¿los ineficientes médicos no te dieron ninguna crema o algo así? –preguntó ella arqueando una ceja. Peter sonrió, mientras su mano iba a la mejilla de ella.

-Me dieron unas pastillas por sí me duele demasiado –contestó Peter.

-Traeré hielo –anunció ella. Se levantó, Peter la observó salir de su habitación. Sonrió triunfante, le encantaba que se preocupara de él. Se sentía pleno, todo parecía mil veces mejor. Ella volvió con tres bolsas de hielo de diferentes tamaños. –bien, ponte esta en el estómago, justo donde terminan las costillas.

-Pero está fría –protestó Peter. Ella arqueó una ceja, y le sonrió coqueta. Peter se mordió el labio cuando ella se acercó a él de manera sensual. Lo iba a besar, hasta que Peter gimió, pues ella había puesto la bolsa de hielo en su estómago. -¡AH! –chilló mientras cerraba los ojos –loca –dijo fulminándola con la mirada, ella sonrió divertida. –tramposa.

-Lo siento, eres muy terco lindo –dijo mientras tomaba otra bolsa de hielo y la ponía bajo su ojo. Peter cerró los ojos. –es para que no se vean tan mal mi amor –le dijo con dulzura

-Eres una dulzura –dijo él irónicamente –está muy frío el de mi panza, quema.

-Lo siento, realmente es por tu bien –el suspiró frustrado. -¿qué hora es?

-Diez y media –dijo Peter

-Avisaré a Maria jose que me quedo aquí –dijo ella mientras tomaba el celular

-A tu madre –corrigió Peter

-Lo que sea –dijo ella rodando los ojos. Peter suspiró. La madre de Lali le permitió quedarse con Peter, claramente, era mejor para ella, podía estar con Rob tranquila. –bien, me quedo contigo –dijo dándole un suave beso en los labios.

-Me gusta la idea –dijo Peter  –mucho hielo por hoy –se sacó el hielo de su panza, lo dejó sobre la mesita de noche, ella dejó el que le tenía en la cara también –ven acá preciosa –ella se recostó, abrazando con mucho cuidado a Peter. Sus manos se entrelazaron casi por acción propia. –el día que… -Peter  comenzó a hablar de pronto –el día que te vi los cortes… bueno, antes de eso… ¿te diste cuenta de lo que hicimos? –preguntó Peter mientras miraba el techo.

-Uhm –ella se sonrojó de inmediato –fue algo… extraño.

-Fue mejor que no pasara –contestó Peter. Ella frunció el ceño.

-¿Por qué? –preguntó

-Porque… -se sentó para poder mirarla a los ojos –no quiero que seas una más de las otras, digo, no quiero que sea algo de locura del momento… ¿entiendes –ella sonrió –tu primera vez debe ser más que eso…

-Eres un cursi –dijo ella mientras miraba con ternura esos ojos verdes que la volvían loca –pero no me interesa donde ni cuando Peter, si es contigo, está todo bien.

-¿Estás segura? –preguntó Peter –digo, debes estar muy enamorada para hacerlo y… -ella le tomó las mejillas de forma muy cuidadosa.

-Estoy segura de que te amo –dijo ella mirándolo a los ojos. Peter la miró embobado. Se acercó lentamente a sus labios y cerró los ojos. Ese beso fue diferente, algo cambió, algo que ninguno de los dos notó. Sus labios se movieron suavemente, disfrutando el momento. Pero la puerta se abrió y ambos se separaron de golpe.

-¡Perdón! –la voz de Jay hizo que ambos soltaran una risa nerviosa. Ella los miró con sorpresa, Peter estaba sin camisa.

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