Capítulo 60- FINAL
Sus manos temblaban, mientras esperaba en la fría sala
blanca. Su pie se movía insistentemente en el suelo, miraba a cada momento
hacía aquel pasillo. Jay y Lottie estaban en camino. Los doctores aún no salían
a decirle nada, llevaban casi una hora con Peter. Suspiró frustrada. Apenas
Peter había abierto los ojos la habían sacado, solo consiguió mirarlo un par de
segundos, lo que bastó para que todo volviera a tener sentido rápidamente.
Jay y Lottie llegaron y comenzaron a hostigarla con
preguntas.
Solo les dijo que había estado hablándole como siempre, y que el había presionado su mano, luego de eso lo hizo otra vez y abrió los ojos. Ellas asintieron y se sentaron a esperar. No querían avisar a nadie más, quizás era un reflejo y nada importante.
Solo les dijo que había estado hablándole como siempre, y que el había presionado su mano, luego de eso lo hizo otra vez y abrió los ojos. Ellas asintieron y se sentaron a esperar. No querían avisar a nadie más, quizás era un reflejo y nada importante.
Luego de unos momentos, salió el neurólogo que atendía a
Peter.
-Hola –las saludó cariñosamente. Ya las conocía. –Bueno,
iré directo al grano. –las tres
sonrieron como pudieron, la ansiedad se las
estaba comiendo. –Peter despertó. No podemos decir con certeza el grado de daño
aún, recién lo hemos enviado a unas pruebas. Demorará un poco, pero apenas
estén realizadas, podrán pasar a verlo. Al parecer no existe pérdida de
memoria, pues estuvo preguntando porqué habían sacado a Lali de ahí. –Lali sintió su corazón
hincharse de alegría. Peter había preguntado por ella, la recordaba. Se mordió
los labios con fuerza para no llorar –lo que hemos analizado superficialmente
es que le cuesta bastante hablar. Es por el trauma, pero probablemente no es
permanente. Y en cuanto a otras cosas, las analizaremos con calma. –sonrió
paternalmente. –Creo que son buenas noticias, es mejor de lo que siempre
esperé.
La madre de Peter no pudo evitar abrazar al médico.
Estaba llorando de la alegría. Lottie miró a Lali y
se sonrieron.
Más tarde fueron a la cafetería. Necesitaban un respiro
antes de ver a Peter. Habían dicho que las visitas serían de uno, y cortas.
Lali quiso ir al último. Así que una hora más tarde, el médico salió para
informarles que podían comenzar a entrar.
Jay fue la primera. Eran algo así como diez minutos por
cada una. Lottie y Lali mientras tanto no hablaban mucho. La emoción las
mantenía mudas. El hombre que amaban, cada una de manera tan diferente, pero
aún así tan incondicional, estaba a tan poco de ellas. Lottie esperaba ver a su
hermanito, lo extrañaba, había llorado tantas veces por temor a perderlo, y
ahora podría verlo recuperándose. Por fin las cosas lucían mejor para la familia.
Lali miraba al
suelo, los nervios la consumían. Entonces Jay apareció llena de lágrimas.
Abrazó a Lottie con fuerza y la dejó ir a ver a su hermano. Jay no quiso
contarle nada a Lali, ella debía comprobarlo por si sola.
Los minutos eran eternos. Casi contaba los segundos para
verlo. La emoción que sentía podía hacerla correr, pero debía controlarse, ser
cautelosa. Peter recién había despertado y no había que abrumarlo.
Tomó entre sus dedos el collar que Peter le había
regalado en el Empire State. Recordó el significado.
Te levantaré cuando estés cayendo. Por todas estas cosas
que he hecho, creo que te amo mejor ahora.
Cerró los ojos y sonrió. En ese momento, Lottie salió
sonriendo.
Sus piernas casi no respondían. Las miró sonreír. Caminó
casi con miedo a caer, y con ansias también. Un cosquilleo recorría su cuerpo.
Mariposas en su estómago aumentaban sus nervios. Parecía que el pasillo no
terminaba nunca. Llegó a la puerta y la abrió con cuidado. Levantó la mirada y
los ojos azules de Peter se clavaron en los de ella.
Largos segundos, mantuvieron la mirada. Una sonrisa se
dibujó en el rostro de Lali , Peter se rio también. Lali tuvo que recordarse a sí misma que estaba
débil y no podía lanzarse contra él. Pero casi no podía controlar lo que
sentía. Comenzó a llorar y fue hasta él. Lo abrazó con cuidado, él soltó un
sollozo mientras hundía su cara en el cabello de la muchacha. Entonces se
miraron y sus labios se juntaron. Entre sollozos y risas, consiguieron besarse.
No podían definir lo que sentían. Era una muestra pura y clara de cuanto se
amaban. Lali cerró los ojos mientras sentía los labios de Peter en su mejilla,
su frente y su nariz, para luego bajar otra vez a sus labios. Las palabras
sobraban. Tenían tanto que decir, pero el silencio lo completaba todo. Sus
besos y caricias eran todo lo que necesitaban en ese momento.
Amor. Eso era. Estaban totalmente atrapados el uno por el
otro, Lali apoyó la cabeza con cuidado
en el pecho de Peter, sin aplastarlo. Peter lloraba en silencio. Quizás no había parecido
eterno para él, pues estaba en un profundo sueño, pero en algún momento sintió
que se iba a morir, y que no sería capaz de verla sonreír otra vez. Y eso lo
había destruido. La amaba tanto, tanto que dolía, pero era un dolor delicioso.
Lo hacía sentir tan bien, era algo tan misterioso todo lo que ella causaba en
él. Necesitaba que ese momento durase para siempre.
Lali se conformaba con oír el latido del corazón de Peter.
Solo eso bastaba. Su acompasada respiración y su armonioso latido. Era música para
ella. Luego de unos minutos se miraron otra vez.
-Hey… -susurró ella mientras le limpiaba las lágrimas a
Peter.
-Hey… -la voz de Peter apenas salió. Lali tomó su rostro y le dio un besito.
-Te extrañé ¿sabes? –él asintió, ella le dio otro beso.
-Yo… también a… ti –era cierto, le costaba bastante
hablar. Ella sonrió cálidamente. Otra vez las lágrimas caían por su rostro. –no
llores… -susurró él.
-Es alegría. Es el hecho de verte otra vez mirarme.
–susurró ella. Exactamente era eso. La sensación de mirar sus ojos verdes y
saber que todo estaba bien, que nada había cambiado, que él la miraba con
ternura como siempre. Era como volver a casa después de años de ausencia. El
hecho de que él estuviera bien, de creer en un futuro. Juntos, como debía ser.
La sacaron por un rato, habían más personas que deseaban
ver a Peter. Antes de irse, le dio un suave beso en los labios.
-Te amo cariño… -susurró ella, él asintió dándole a
entender que él también la amaba. Sonrió y salió de la habitación. No dejaba de
sonreír. Por fin las cosas parecían ir bien.
Dos semanas después, le dieron el alta a Peter. Aunque
habían cientos de precauciones que tomar. Primero, como comenzaba la primavera,
había sol. Debían proteger su vista de él. Le pusieron unos lentes bastantes
oscuros. Lali le dio un piropo diciendo
que lucía extremadamente guapo. Peter se rio divertido.
No debía agacharse, así que Lali y Lottie lo ayudaron a vestirse. Lali se
ofreció a ponerle la ropa interior antes de que Lottie hiciera algo.
-Debo asumir que no es algo que no hayas visto Lali -comentó Lottie. Peter rio divertido,
las
mejillas de Lali se volvieron de un tono carmesí intenso. –No puedo creer
que estén haciendo cosas de grandes. Hermano ¿mamá sabe de eso? –bromeó Lottie
-No hay que decirle nada… -dijo Peter –o le diré que también tu haces cosas de
grandes.
-Soy mas inteligente que tu–le guiñó un ojo –bueno, no
diré nada. Aunque claramente espero no tener sobrinos aún.
Peter le lanzó una divertida mirada a Lali , quien reía
sonrojada. Luego de eso, Lali le puso un pantalón de buzo, para que se sintiera
cómodo. Lottie le puso una buso, y sobre eso un saco con capucha. Lali le puso las zapatillas. Llamaron al médico,
quien lo ayudó a ponerse de pie. A Peter le costaba caminar aún. Su
coordinación no estaba en el mejor momento, por eso le llevaron una silla de
ruedas. Peter se había negado, pero era obligatorio. Lali le dio un besito para animarlo, y le puso la
capucha. Se ajustó los lentes de sol, y lo llevaron. Sus padres, y Dan
esperaban afuera. Lo saludaron cariñosamente. Se despidieron de las enfermeras
y doctores que se habían portado excelente con ellos. Las únicas quejas eran
que Peter era un niño mimado aún. Lali rio a carcajadas al escuchar eso, y prometió
burlarse siempre de Peter.
Llegaron al auto y ayudaron a Peter a levantarse. Lo
sentaron en el asiento delantero, y manejó su madre. Atrás iban Dan y Lali .
Lottie se fue con su padre en otro auto.
Apenas llegaron a casa, Dan y Lali ayudaron a Peter a
bajar. Caminaron lento hasta la casa, e inmediatamente subieron con él a su
habitación, pues el reposo absoluto era otra condición de la recuperación.
-Es genial estar en casa –murmuró Peter. Le acomodaron
las almohadas y lo ayudaron a recostarse. Lali dulcemente le quitó el Saco y lo ayudó a
acostarse con suavidad. Se quitó los lentes. La pieza tenía poca luz pues le
podía ser molesto aún.
-¿Quieres algo? –preguntó ella con dulzura. Peter negó.
-O quizás sí –dijo sonriendo.
-¿Qué quieres? –preguntó ella.
-Que tú me cuides –dijo él con una sonrisa. Lali sonrió también y le dio un suave beso.
-Debes dormir ahora. Te traeré agua y tomarás las
pastillas.
Peter al cabo de
media hora, estaba profundamente dormido.
Aún así, había algo pendiente en sus vidas. Algo que
ahora a ambos les traía pesadillas por
las noches. Algo que los había separado
muchas veces.
Peter luchaba contra el nudo de la corbata. Bufó, no
quedaba demasiado bien.
-estúpida cosa
–murmuró. Lali arqueó una ceja y se
acercó a él. La arregló con cuidado. Quedó perfecta. -¿Debes ser buena en todo?
–preguntó él dándole un sonoro beso en la mejilla. Ella sonrió divertida.
-Lo siento, es un talento natural –le guiñó un ojo y se
puso sus zapatos de tacón, llegándole a Peter cerca de la nariz. –Puedo besarte
sin tener que ponerme de puntitas –bromeó. Peter se acercó y la rodeó por la
cintura, dándole un besito en la nariz.
-Estás hermosa. –dijo él en su oído.
-Gracias. –dijo ella –métete la camisa dentro del
pantalón, por favor –Peter rodó los ojos y le
hizo caso. –bien hecho.
-Ven acá, quiero decirte algo. –dijo él tomándole la mano.
Ella se puso seria. Peter la miró endureciendo la expresión. –pase lo que pase,
nos tenemos el uno al otro… todo irá bien. Ahora estamos juntos… y eso basta.
–ella asintió. –y… quiero darte las gracias, por todo lo que hiciste por mí
durante estos últimos meses… desde soportar la tensión de la situación, hasta
ayudarme a comer en el hospital cuando apenas podía moverme… solo quiero
decirte que, debo darte las gracias, porque desde que te conozco me has enseñado
tantas cosas que sin ti no habría aprendido –Lali lo miró con ganas de llorar –desde enseñarme a
que existían cremas para peinar mi cabello –ambos rieron –pasando por enseñarme
esas valiosas cremas para los granos –ambos rieron otra vez-hasta enseñarme que
las apariencias engañan, que no hay que juzgar un libro por su portada… -Peter
sonrió –enseñarme a ser fuerte en situaciones difíciles –dijo refiriéndose al
divorcio de sus padres –o que tampoco es malo ser débil… me enseñaste a
levantarme luego de caer, y que las personas que te aman te harán enfadar con
consejos que alguna vez consideres estúpidos… pero que resultan ser totalmente
sabios. Me enseñaste que el amor estaba muy cerca. Me enseñaste que el sexo no
es lo mismo que hacer el amor, y lo más importante, me enseñaste como amar.
–susurró él mientras sus ojos se cristalizaban. –te amo y gracias por estar
aquí, ahora. Gracias por no abandonarme. Y gracias por haber corrido tras de mí
ese día en la secundaria, luego de pelear con Jeronimo y haberme dado la
oportunidad de decirte que te amaba con toda mi vida. –Lali sonrió y no pudo evitar llorar. Se abrazaron
con fuerza y luego se dieron un cálido y dulce beso. –ahora cerraremos una
etapa horrible, pero… estará cerrada y enterrada. Cuando ese bastardo esté en
la cárcel.
-Te amo tanto –dijo ella sollozando –gracias Peter por todo, demostraste que serías capaz de dar
la vida por mí… -susurró ella –y yo también la daría por ti. Daría todo por ti.
Y ahora… luego de esto, viviremos juntos y tendremos nuestro “felices por
siempre”, quizás no tan literal, pero contigo, estando juntos, será nuestro
felices pese a todo.
Se besaron una vez más, y bajaron para asistir al juicio.
Cuando llegó el momento de las declaraciones, y entraron,
mirándole la cara al bastardo que tanto daño les había hecho, ambos se miraron
y se dieron aliento. Peter declaró claramente como ocurrieron las cosas, pese a
que el había provocado la pelea, y había traído el cuchillo, claramente luego
recibió más golpes de los que hubiesen sido en caso de ser defensa propia.
Luego le tocó a Lali . No pudo evitar sentir miedo. Pero cuando declaró cada
uno de los abusos cometidos por ese hombre, en su propia casa. Cuando declaró
acerca de la amenaza contra ella y su novio, no pudo evitar llorar un poco.
Mostró cicatrices que él le infirió golpeándola. El fiscal consiguió muchas
pruebas incriminatorias.
-El veredicto final ha sido decidido. –la jueza comenzó a
hablar, dio el nombre del acusado, las denuncias. Hasta se enteraron que tenía
denuncias por violencia y abusos sexuales en otros estados. –el acusado es
declarado culpable por los cargos de abusos sexuales, violación, uso excesivo
de violencia, intento de homicidio reiterado. La pena es de setenta años y un
día.
Lali y Peter se miraron y no pudieron evitar abrazarse y
llorar. Todo había terminado. Por fin, serían felices. Por fin las cosas podían
volver a ser normales entre ellos.
Una semana después, mientras Peter seguía con esa venda
en los ojos, ya comenzaba a aburrirse
-Quiero ver. –musitó.
-Ya, un segundo –dijo ella.
Movimientos de puertas, cajas o alguna estupidez.
-Me aburriré y me sacaré esta cosa –murmuró Peter y,
hasta que sintió unas delgadas y gentiles manos quitarle la venda de los ojos.
-Mira –susurró. Estaban en su nuevo dormitorio. Justo
frente a la ventana que daba al London Eye. Embobado, observó todo a su
alrededor. Era perfecto, bien decorado, y muy propio de ambos. Miró a Lali emocionado igual que un niño pequeño. Recorrió
la casa, casi saltando por el lugar. Todo parecía perfecto.
-¡ME ENCANTA! –gritó el –es hermoso, todo perfecto. –se
acercó a su novia sonriendo y la tomó en sus brazos. -¡TE AMO!
Se besaron con pasión y amor, la mezcla perfecta que
siempre habían poseído sus besos. Peter sonrió.
-Y ahora inauguraremos la habitación –susurró empujándola
con suavidad dentro. No se molestó en cerrar la puerta, estaban totalmente
solos. Se besaban como si el mundo se acabara. Peter se quitó la camisa, y volvió
a buscar sus labios. Lali deslizó sus
manos por su cuerpo, mientras se sentaba sobre él. Peter tocó con cuidado sus muslos, recorriendo cada
centímetro de su piel. Lali se separó
con delicadeza, miró su cuerpo y vio la cicatriz donde el cuchillo había
entrado en el cuerpo de Peter. Su dedo pasó con delicadeza por allí. Lo miró a
los ojos, mientras el acariciaba las cicatrices de aquellos cortes de sus
muslos.
-Todo quedó atrás, son solo cicatrices que no volverán a
abrir –susurró él acercándose a ella. Le dio un abrazo cálido. –te amo, ahora y
siempre.
-Yo también te amo –dijo ella sonriendo, mientras se
quitaba la blusa.
Así, siendo uno otra vez, dejaron que esas cicatrices se
borraran de sus vidas. Ahora solo importaban ellos. Porque las cicatrices
quizás puedan abrirse otra vez, pero ahora tenían al otro que podía curarlas.
Y de una vez por todas, dieron vuelta la página.
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:D el GRAN FINAL PERO NO SE DESESPEREN HAY EPILOGO
Besosss GRACIAS POR SUS FIRMAS
Mañana EL EPILOGO no se lo pierdan
hermoso el último capítulo espero el epílogo besos. Naara
ResponderEliminarayy hermoso el cap yo pensé que lali estaba embarazada espero el epilogo soy andrea
ResponderEliminarQue bueen final, ahora quiero el epilogo :DD
ResponderEliminarArii
Me encantoooooo....
ResponderEliminarMuy lindooo...
Angy... =)
Owwwwwww me encantoooooooo!!<3
ResponderEliminarEspero ansiosa el epilogo ;)
Besos
Que capitulo, que final, que novela, que amor que todo espero el Epilogo con ansias me encanto :)
ResponderEliminarNOOOOOOOOOOO, el mejor cap de toda la nove te juro, me re encanto!!!! Te juro que senti todo lo que iba pasando, cada emocion de cada.momento, amo como escribes!! Fue un placer estar con vos durante toda la novee leyendote todos los dias, me encanto y espero tu proxima novela, tenes lectora asegurada. Espero el epilogo, sos genia. Pasate si queres novesdepeterylali.blogspot.com besos!!
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