lunes, 19 de agosto de 2013

Capítulo 60- FINAL

Capítulo 60- FINAL



Sus manos temblaban, mientras esperaba en la fría sala blanca. Su pie se movía insistentemente en el suelo, miraba a cada momento hacía aquel pasillo. Jay y Lottie estaban en camino. Los doctores aún no salían a decirle nada, llevaban casi una hora con Peter. Suspiró frustrada. Apenas Peter había abierto los ojos la habían sacado, solo consiguió mirarlo un par de segundos, lo que bastó para que todo volviera a tener sentido rápidamente.
Jay y Lottie llegaron y comenzaron a hostigarla con preguntas.
Solo les dijo que había estado hablándole como siempre, y que el había presionado su mano, luego de eso lo hizo otra vez y abrió los ojos. Ellas asintieron y se sentaron a esperar. No querían avisar a nadie más, quizás era un reflejo y nada importante.

Luego de unos momentos, salió el neurólogo que atendía a Peter.

-Hola –las saludó cariñosamente. Ya las conocía. –Bueno, iré directo al grano. –las tres 
sonrieron como pudieron, la ansiedad se las estaba comiendo. –Peter despertó. No podemos decir con certeza el grado de daño aún, recién lo hemos enviado a unas pruebas. Demorará un poco, pero apenas estén realizadas, podrán pasar a verlo. Al parecer no existe pérdida de memoria, pues estuvo preguntando porqué habían sacado a  Lali de ahí. –Lali sintió su corazón hincharse de alegría. Peter había preguntado por ella, la recordaba. Se mordió los labios con fuerza para no llorar –lo que hemos analizado superficialmente es que le cuesta bastante hablar. Es por el trauma, pero probablemente no es permanente. Y en cuanto a otras cosas, las analizaremos con calma. –sonrió paternalmente. –Creo que son buenas noticias, es mejor de lo que siempre esperé.

La madre de Peter no pudo evitar abrazar al médico. Estaba llorando de la alegría. Lottie miró a  Lali  y se sonrieron.

Más tarde fueron a la cafetería. Necesitaban un respiro antes de ver a Peter. Habían dicho que las visitas serían de uno, y cortas. Lali quiso ir al último. Así que una hora más tarde, el médico salió para informarles que podían comenzar a entrar.

Jay fue la primera. Eran algo así como diez minutos por cada una. Lottie y Lali mientras tanto no hablaban mucho. La emoción las mantenía mudas. El hombre que amaban, cada una de manera tan diferente, pero aún así tan incondicional, estaba a tan poco de ellas. Lottie esperaba ver a su hermanito, lo extrañaba, había llorado tantas veces por temor a perderlo, y ahora podría verlo recuperándose. Por fin las cosas lucían mejor para la familia.

Lali  miraba al suelo, los nervios la consumían. Entonces Jay apareció llena de lágrimas. Abrazó a Lottie con fuerza y la dejó ir a ver a su hermano. Jay no quiso contarle nada a Lali, ella debía comprobarlo por si sola.

Los minutos eran eternos. Casi contaba los segundos para verlo. La emoción que sentía podía hacerla correr, pero debía controlarse, ser cautelosa. Peter recién había despertado y no había que abrumarlo.

Tomó entre sus dedos el collar que Peter le había regalado en el Empire State. Recordó el significado.

Te levantaré cuando estés cayendo. Por todas estas cosas que he hecho, creo que te amo mejor ahora.

Cerró los ojos y sonrió. En ese momento, Lottie salió sonriendo.

Sus piernas casi no respondían. Las miró sonreír. Caminó casi con miedo a caer, y con ansias también. Un cosquilleo recorría su cuerpo. Mariposas en su estómago aumentaban sus nervios. Parecía que el pasillo no terminaba nunca. Llegó a la puerta y la abrió con cuidado. Levantó la mirada y los ojos azules de Peter se clavaron en los de ella.

Largos segundos, mantuvieron la mirada. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Lali , Peter se rio también. Lali  tuvo que recordarse a sí misma que estaba débil y no podía lanzarse contra él. Pero casi no podía controlar lo que sentía. Comenzó a llorar y fue hasta él. Lo abrazó con cuidado, él soltó un sollozo mientras hundía su cara en el cabello de la muchacha. Entonces se miraron y sus labios se juntaron. Entre sollozos y risas, consiguieron besarse. No podían definir lo que sentían. Era una muestra pura y clara de cuanto se amaban. Lali cerró los ojos mientras sentía los labios de Peter en su mejilla, su frente y su nariz, para luego bajar otra vez a sus labios. Las palabras sobraban. Tenían tanto que decir, pero el silencio lo completaba todo. Sus besos y caricias eran todo lo que necesitaban en ese momento.

Amor. Eso era. Estaban totalmente atrapados el uno por el otro, Lali  apoyó la cabeza con cuidado en el pecho de Peter, sin aplastarlo. Peter  lloraba en silencio. Quizás no había parecido eterno para él, pues estaba en un profundo sueño, pero en algún momento sintió que se iba a morir, y que no sería capaz de verla sonreír otra vez. Y eso lo había destruido. La amaba tanto, tanto que dolía, pero era un dolor delicioso. Lo hacía sentir tan bien, era algo tan misterioso todo lo que ella causaba en él. Necesitaba que ese momento durase para siempre.
Lali se conformaba con oír el latido del corazón de Peter. Solo eso bastaba. Su acompasada respiración y su armonioso latido. Era música para ella. Luego de unos minutos se miraron otra vez.

-Hey… -susurró ella mientras le limpiaba las lágrimas a Peter.

-Hey… -la voz de Peter apenas salió. Lali  tomó su rostro y le dio un besito.

-Te extrañé ¿sabes? –él asintió, ella le dio otro beso.

-Yo… también a… ti –era cierto, le costaba bastante hablar. Ella sonrió cálidamente. Otra vez las lágrimas caían por su rostro. –no llores… -susurró él.

-Es alegría. Es el hecho de verte otra vez mirarme. –susurró ella. Exactamente era eso. La sensación de mirar sus ojos verdes y saber que todo estaba bien, que nada había cambiado, que él la miraba con ternura como siempre. Era como volver a casa después de años de ausencia. El hecho de que él estuviera bien, de creer en un futuro. Juntos, como debía ser.
La sacaron por un rato, habían más personas que deseaban ver a Peter. Antes de irse, le dio un suave beso en los labios.

-Te amo cariño… -susurró ella, él asintió dándole a entender que él también la amaba. Sonrió y salió de la habitación. No dejaba de sonreír. Por fin las cosas parecían ir bien.

Dos semanas después, le dieron el alta a Peter. Aunque habían cientos de precauciones que tomar. Primero, como comenzaba la primavera, había sol. Debían proteger su vista de él. Le pusieron unos lentes bastantes oscuros. Lali  le dio un piropo diciendo que lucía extremadamente guapo. Peter se rio divertido.

No debía agacharse, así que Lali  y Lottie lo ayudaron a vestirse. Lali se ofreció a ponerle la ropa interior antes de que Lottie hiciera algo.

-Debo asumir que no es algo que no hayas visto  Lali -comentó Lottie. Peter rio divertido, las 
mejillas de Lali se volvieron de un tono carmesí intenso. –No puedo creer que estén haciendo cosas de grandes. Hermano ¿mamá sabe de eso? –bromeó Lottie

-No hay que decirle nada… -dijo Peter  –o le diré que también tu haces cosas de grandes.
-Soy mas inteligente que tu–le guiñó un ojo –bueno, no diré nada. Aunque claramente espero no tener sobrinos aún.

Peter le lanzó una divertida mirada a Lali , quien reía sonrojada. Luego de eso, Lali le puso un pantalón de buzo, para que se sintiera cómodo. Lottie le puso una buso, y sobre eso un saco con capucha. Lali  le puso las zapatillas. Llamaron al médico, quien lo ayudó a ponerse de pie. A Peter le costaba caminar aún. Su coordinación no estaba en el mejor momento, por eso le llevaron una silla de ruedas. Peter se había negado, pero era obligatorio. Lali  le dio un besito para animarlo, y le puso la capucha. Se ajustó los lentes de sol, y lo llevaron. Sus padres, y Dan esperaban afuera. Lo saludaron cariñosamente. Se despidieron de las enfermeras y doctores que se habían portado excelente con ellos. Las únicas quejas eran que Peter era un niño mimado aún. Lali  rio a carcajadas al escuchar eso, y prometió burlarse siempre de Peter.

Llegaron al auto y ayudaron a Peter a levantarse. Lo sentaron en el asiento delantero, y manejó su madre. Atrás iban Dan y Lali . Lottie se fue con su padre en otro auto.

Apenas llegaron a casa, Dan y Lali ayudaron a Peter a bajar. Caminaron lento hasta la casa, e inmediatamente subieron con él a su habitación, pues el reposo absoluto era otra condición de la recuperación.

-Es genial estar en casa –murmuró Peter. Le acomodaron las almohadas y lo ayudaron a recostarse. Lali  dulcemente le quitó el Saco y lo ayudó a acostarse con suavidad. Se quitó los lentes. La pieza tenía poca luz pues le podía ser molesto aún.

-¿Quieres algo? –preguntó ella con dulzura. Peter negó.

-O quizás sí –dijo sonriendo.

-¿Qué quieres? –preguntó ella.

-Que tú me cuides –dijo él con una sonrisa. Lali  sonrió también y le dio un suave beso.

-Debes dormir ahora. Te traeré agua y tomarás las pastillas.

Peter  al cabo de media hora, estaba profundamente dormido.

Aún así, había algo pendiente en sus vidas. Algo que ahora a ambos les traía pesadillas por 
las noches. Algo que los había separado muchas veces.

Peter luchaba contra el nudo de la corbata. Bufó, no quedaba demasiado bien.

-estúpida  cosa –murmuró. Lali  arqueó una ceja y se acercó a él. La arregló con cuidado. Quedó perfecta. -¿Debes ser buena en todo? –preguntó él dándole un sonoro beso en la mejilla. Ella sonrió divertida.

-Lo siento, es un talento natural –le guiñó un ojo y se puso sus zapatos de tacón, llegándole a Peter cerca de la nariz. –Puedo besarte sin tener que ponerme de puntitas –bromeó. Peter se acercó y la rodeó por la cintura, dándole un besito en la nariz.

-Estás hermosa. –dijo él en su oído.

-Gracias. –dijo ella –métete la camisa dentro del pantalón, por favor –Peter rodó los ojos y le 
hizo caso. –bien hecho.

-Ven acá, quiero decirte algo. –dijo él tomándole la mano. Ella se puso seria. Peter la miró endureciendo la expresión. –pase lo que pase, nos tenemos el uno al otro… todo irá bien. Ahora estamos juntos… y eso basta. –ella asintió. –y… quiero darte las gracias, por todo lo que hiciste por mí durante estos últimos meses… desde soportar la tensión de la situación, hasta ayudarme a comer en el hospital cuando apenas podía moverme… solo quiero decirte que, debo darte las gracias, porque desde que te conozco me has enseñado tantas cosas que sin ti no habría aprendido –Lali  lo miró con ganas de llorar –desde enseñarme a que existían cremas para peinar mi cabello –ambos rieron –pasando por enseñarme esas valiosas cremas para los granos –ambos rieron otra vez-hasta enseñarme que las apariencias engañan, que no hay que juzgar un libro por su portada… -Peter sonrió –enseñarme a ser fuerte en situaciones difíciles –dijo refiriéndose al divorcio de sus padres –o que tampoco es malo ser débil… me enseñaste a levantarme luego de caer, y que las personas que te aman te harán enfadar con consejos que alguna vez consideres estúpidos… pero que resultan ser totalmente sabios. Me enseñaste que el amor estaba muy cerca. Me enseñaste que el sexo no es lo mismo que hacer el amor, y lo más importante, me enseñaste como amar. –susurró él mientras sus ojos se cristalizaban. –te amo y gracias por estar aquí, ahora. Gracias por no abandonarme. Y gracias por haber corrido tras de mí ese día en la secundaria, luego de pelear con Jeronimo y haberme dado la oportunidad de decirte que te amaba con toda mi vida. –Lali  sonrió y no pudo evitar llorar. Se abrazaron con fuerza y luego se dieron un cálido y dulce beso. –ahora cerraremos una etapa horrible, pero… estará cerrada y enterrada. Cuando ese bastardo esté en la cárcel.

-Te amo tanto –dijo ella sollozando –gracias Peter  por todo, demostraste que serías capaz de dar la vida por mí… -susurró ella –y yo también la daría por ti. Daría todo por ti. Y ahora… luego de esto, viviremos juntos y tendremos nuestro “felices por siempre”, quizás no tan literal, pero contigo, estando juntos, será nuestro felices pese a todo.

Se besaron una vez más, y bajaron para asistir al juicio.

Cuando llegó el momento de las declaraciones, y entraron, mirándole la cara al bastardo que tanto daño les había hecho, ambos se miraron y se dieron aliento. Peter declaró claramente como ocurrieron las cosas, pese a que el había provocado la pelea, y había traído el cuchillo, claramente luego recibió más golpes de los que hubiesen sido en caso de ser defensa propia. 

Luego le tocó a Lali . No pudo evitar sentir miedo. Pero cuando declaró cada uno de los abusos cometidos por ese hombre, en su propia casa. Cuando declaró acerca de la amenaza contra ella y su novio, no pudo evitar llorar un poco. Mostró cicatrices que él le infirió golpeándola. El fiscal consiguió muchas pruebas incriminatorias.

-El veredicto final ha sido decidido. –la jueza comenzó a hablar, dio el nombre del acusado, las denuncias. Hasta se enteraron que tenía denuncias por violencia y abusos sexuales en otros estados. –el acusado es declarado culpable por los cargos de abusos sexuales, violación, uso excesivo de violencia, intento de homicidio reiterado. La pena es de setenta años y un día.

Lali  y Peter  se miraron y no pudieron evitar abrazarse y llorar. Todo había terminado. Por fin, serían felices. Por fin las cosas podían volver a ser normales entre ellos.

Una semana después, mientras Peter seguía con esa venda en los ojos, ya comenzaba a aburrirse

-Quiero ver. –musitó.

-Ya, un segundo –dijo ella.

Movimientos de puertas, cajas o alguna estupidez.

-Me aburriré y me sacaré esta cosa –murmuró Peter y, hasta que sintió unas delgadas y gentiles manos quitarle la venda de los ojos.

-Mira –susurró. Estaban en su nuevo dormitorio. Justo frente a la ventana que daba al London Eye. Embobado, observó todo a su alrededor. Era perfecto, bien decorado, y muy propio de ambos. Miró a Lali  emocionado igual que un niño pequeño. Recorrió la casa, casi saltando por el lugar. Todo parecía perfecto.

-¡ME ENCANTA! –gritó el –es hermoso, todo perfecto. –se acercó a su novia sonriendo y la tomó en sus brazos. -¡TE AMO!

Se besaron con pasión y amor, la mezcla perfecta que siempre habían poseído sus besos. Peter sonrió.

-Y ahora inauguraremos la habitación –susurró empujándola con suavidad dentro. No se molestó en cerrar la puerta, estaban totalmente solos. Se besaban como si el mundo se acabara. Peter se quitó la camisa, y volvió a buscar sus labios. Lali  deslizó sus manos por su cuerpo, mientras se sentaba sobre él. Peter  tocó con cuidado sus muslos, recorriendo cada centímetro de su piel. Lali  se separó con delicadeza, miró su cuerpo y vio la cicatriz donde el cuchillo había entrado en el cuerpo de Peter. Su dedo pasó con delicadeza por allí. Lo miró a los ojos, mientras el acariciaba las cicatrices de aquellos cortes de sus muslos.

-Todo quedó atrás, son solo cicatrices que no volverán a abrir –susurró él acercándose a ella. Le dio un abrazo cálido. –te amo, ahora y siempre.

-Yo también te amo –dijo ella sonriendo, mientras se quitaba la blusa.

Así, siendo uno otra vez, dejaron que esas cicatrices se borraran de sus vidas. Ahora solo importaban ellos. Porque las cicatrices quizás puedan abrirse otra vez, pero ahora tenían al otro que podía curarlas.


Y de una vez por todas, dieron vuelta la página.
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:D el GRAN FINAL PERO NO SE DESESPEREN HAY EPILOGO 
Besosss GRACIAS POR SUS FIRMAS 
Mañana EL EPILOGO no se lo pierdan 

7 comentarios:

  1. hermoso el último capítulo espero el epílogo besos. Naara

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  2. ayy hermoso el cap yo pensé que lali estaba embarazada espero el epilogo soy andrea

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  3. Que bueen final, ahora quiero el epilogo :DD

    Arii

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  4. Me encantoooooo....
    Muy lindooo...
    Angy... =)

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  5. Owwwwwww me encantoooooooo!!<3
    Espero ansiosa el epilogo ;)
    Besos

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  6. Que capitulo, que final, que novela, que amor que todo espero el Epilogo con ansias me encanto :)

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  7. NOOOOOOOOOOO, el mejor cap de toda la nove te juro, me re encanto!!!! Te juro que senti todo lo que iba pasando, cada emocion de cada.momento, amo como escribes!! Fue un placer estar con vos durante toda la novee leyendote todos los dias, me encanto y espero tu proxima novela, tenes lectora asegurada. Espero el epilogo, sos genia. Pasate si queres novesdepeterylali.blogspot.com besos!!

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"No te digo adiós sino hasta siempre, y aunque hoy tenga que irme se que no te olvidaré"