Capitulo 56
Se levantó por costumbre y recordó de pronto que era su
cumpleaños. Sonrió por inercia, aunque recordó que ella no estaría con él.
Prendió el televisor, una noticia de un avión que había
caído proveniente desde Nueva York. Pobre gente, pensó.
Fue hasta abajo y su
familia lo recibió con una torta y un feliz cumpleaños. Lo ayudaron a
sentarse,
pues solo tenía una mano, y ya la tenía ocupada con un plato.
En medio de la celebración, llegaron los chicos haciendo
escándalo como siempre. Le parecía raro que ella no hubiera llamado aún.
De pronto, el teléfono sonó. Se levantó, ilusionado en
escucharla.
-¿Sí?
-¿Peter? –la voz de un hombre lo descompuso –Soy el padre
de Lali.
-Hola –dijo emocionado. Pero un sollozo en el hombre lo
sorprendio -¿sucede algo?
-Ella... viajó a Londres –dijo entrecortadamente. Peter
sonrió, pero luego frunció el ceño –y el avión se cayó…
Recordó el accidente, y de pronto, sintió un ardor en el
pecho y una extraña sensación. Soltó el teléfono, miró a su familia y todo se
puso negro.
Abrió los ojos agitado. Estaba llorando descontrolado,
desorientado, y asustado. Entonces miró a su alrededor y se percató que todo
había sido un sueño. Estaba sudando frío, sus mejillas estaban frías por las
lágrimas frías que habían pasado. Suspiró, aunque su corazón seguía latiendo fuerte
y rápido. Por un momento creyó que era real, y el sentimiento que se apoderó de
él fue horrible, no, ni siquiera tenía descripción.
Miró la hora, seis de la mañana. Y hoy efectivamente era
su cumpleaños. Suspiró y cerró los ojos, necesitaba dormir, esa pesadilla lo
había agotado.
Abrió los ojos, temiendo que no hubiese sido solo un
sueño. Pero al parecer era la realidad de siempre. Miró la hora, diez y media
de la mañana. Lanzó un largo suspiro. No había dormido bien, estaba muy
cansado. Fue a darse una ducha, necesitaba un relajo.
Salió con la toalla en la cintura, entró su habitación y
se puso algo de ropa. Le había costado ducharse, su muñeca seguía rota.
Entonces, entraron en su habitación su hermana, su mamá y Robin, con una enorme
torta. Sonrió mientras los oía cantarle feliz cumpleaños. Sopló las velas, no
sin antes pedir los deseos. Uno de ellos era Lali, quería que regresara lo mas
pronto posible.
Compartió un agradable momento con su familia, cuando
tocaron el timbre. Era su padre, que venía con una enorme sonrisa. Saludó a su
hijo con un enorme abrazo, le dio un pequeño paquete y saludó cordialmente a
Jay y a Robin, le hizo un gesto a su hija.
-Gracias papá –dijo sonriendo.
-De nada hijo, ábrelo –le guiñó un ojo. Abrió el
paquetito, era una caja, que dentro contenía un hermoso reloj. Sonrió, su padre
sabía que siempre había querido uno de esos lujosos y caros relojes. Lo abrazó
y se dispuso a ir a dar un paseo con él.
La tarde se le pasaba de lo mejor. Los chicos no habían
aparecido aún, y Lali no lo había
llamado. Sentía algo de tristeza, creyó que su novia lo llamaría prácticamente
primero que todos.
Aunque no tenía idea que los chicos le tenían una
sorpresa planeada.
Eran alrededor de las ocho. Nico llegó a su casa y le dio
un amistoso abrazo.
-Iremos de fiesta amigo, así que ponte hermoso –le dijo
en tono gay, Peter rio divertido.
-¿De fiesta? –preguntó algo desganado. Nico arqueó una
ceja, y luego lo fulminó con la mirada –está bien, me arreglaré enseguida.
Una hora más tarde, estaba en el auto con los chicos.
Todos lo habían golpeado, era su forma de decirse feliz cumpleaños. Pablo
conducía, así que fueron hasta un pub, donde se sentaron a tomarse unos tragos.
Nico y Pablo lucían algo inquietos, se secreteaban con
Agustin, quien también estaba algo atento. Peter frunció el ceño, algo les
sucedía. Pero trató de no prestar atención. No quiso beber demasiado, no tenía
ganas de ponerse más melancólico aún.
Eran las diez de la noche, cuando Gaston dijo que había
olvidado algo. Los chicos se levantaron de inmediato, entonces Agustin recibió
una llamada. Contestó afirmativamente.
-Nada importante –levantó los hombros y fueron hasta el
auto. El miraba extrañado que hubieran
estado hasta tan temprano, los chicos solían terminar borrachos y luego dejaban
el lugar.
Manejaron en silencio. Peter comenzaba a inquietarse por
el silencio, así que decidió hablar.
-Es extraño que hayamos salido tan temprano del pub
–comentó –ustedes suelen tomarse todo el alcohol del lugar y luego marcharse.
-Bueno, Gaston olvidó algo, quizás luego salimos. –se
excusó Agustin rápidamente.
-Sabes como es el rubio, siempre olvida todo –dijo Pablo.
Más silencio. ¿Qué era lo tan importante que podría haber
olvidado Gaston?
Doblaron por la calle que conducía a su casa. ¿Por qué
iban por ahí?
-Peter, a Nico se le quedó el celular en tu cama –dijo
Pablo –él muy idiota lo dejó como si nada.
-Sí, y probablemente Euge me esté llamando como loca –dijo
sonriendo con ternura. Peter bufó,
Agustin soltó una risita.
-¿Voy yo? –preguntó Peter
-Sí, tu debes ir –dijo Agustin rápidamente. Peter bajó
del auto y se encogió de hombros. Caminó, abrió la puerta de su casa. Estaba
bastante oscuro ¿habrían salido?
Entonces se prendieron las luces, y mucha gente gritó
sorpresa. Los chicos lo abrazaron por la espalda. Peter sonrió ampliamente.
Amigos del colegio, de los verdaderos amigos, familiares, las novias de los
chicos. Todo parecía estar bien, aunque claramente le faltaba alguien.
-Bueno, me engañaron –dijo Peter mientras Pablo le traía
una cerveza. Agustin sonrió.
-Quizás es mejor que cantemos cumpleaños de inmediato
–acotó Candela mientras rodeaba la cintura de Agustin con su brazo. Agus la
miró y le sonrió.
-¡La torta está lista! –dijo Jay desde la cocina.
Apagaron las luces, todos hicieron un círculo. Vio a su madre acercarse, pero
ella no traía la torta. Entonces la iluminación proveniente de las velas de la
torta hizo la aparición, aunque la persona que la traía no era exactamente
alguien que el esperara.
Su corazón palpitó tan fuerte que creyó que podría
romperle el pecho. Dejó el vaso de cerveza, y solo la miró a los ojos mientras
todos cantaban cumpleaños. La tenue iluminación de las velas le era suficiente
para ver su rostro, y sus hermosos ojos mirarlo. Ella sonreía tiernamente.
Peter intentó sonreír, pero tenía un gran nudo en la garganta. Era el mejor
regalo de cumpleaños que alguien podría haberle dado. Miró a los chicos, que
sonreían triunfantes.
Terminaron de cantarle, y prendieron las luces. Jay tomó
la torta para dejar a Lali libre. Peter la miró incrédulo. Fue hasta ella, se sacó el
cabestrillo para poder abrazarla. Ella lo rodeó con sus brazos. Peter no pudo
evitar que algunas lágrimas se resbalaran por sus mejillas. Con su mano buena,
le tomó el rostro y la besó. Sus labios como siempre encajaron a la perfección,
hechos el uno para el otro. Fue como si el resto del mundo no existiera para
ellos, habían sido casi tres semanas, pero parecía una eternidad.
-Gracias… -susurró Peter sobre su boca. Ella sonrió, y le
limpió las lágrimas, enternecida –te necesitaba…
-También yo a ti amor –dijo ella –pero ahora estamos
juntos, vine para quedarme…
Peter sonrió y la besó otra vez.
El resto de la noche le pareció maravilloso. Todo con
Lali parecía perfecto. No la soltó en toda la noche, quería tenerla solo para
él. Aunque Lali le decía que se quedaría
con él hasta ir a ver el apartamento, así que podría tenerla siempre.
-Gracias –le dijo a los chicos cuando dejó a Lali ir a
charlar con su mejor amiga. Los chicos sonrieron y se dieron un abrazo de
grupo. Habían planeado eso, luego de la llamada de Lali a Cande, para anunciarle que volvía, y quería
sorprender a Peter, así que todo había salido bien.
Peter tomó un momento para hablar con Lali , la extrañaba
tanto que deseaba solo estar con ella. Salieron al patio trasero.
-Ahora cariño, me explicarás porque tienes el brazo
enyesado –dijo ella sonriéndole. Peter se rio, y buscó rápidamente una salida.
-Me caí –dijo divertido. Lali arqueó una ceja.
-Espero que me estés diciendo la verdad, y que no hayas
echo alguna estupidez –dijo mirándolo fijamente. Peter se rio, y se delató. Le
contó que había golpeado un árbol en un momento de ira y tuvo que escuchar un
gran sermón de parte de su novia, así que para callarla, la besó durante mucho
tiempo. –ya no me llega oxígeno al cerebro –dijo divertida mientras se separó
de él para respirar. Peter sonrió enternecido. –te extrañé tanto, Peter.
-Amor, no sabes cuanto te extrañé yo –llevó su mano buena
y le acarició el rostro –ahora nada nos separara –ella sonrió también.
Finalmente, los deseos de cumpleaños de Peter si se
habían hecho realidad.
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Gracias por sus firmas :)
+20 esta vez si no hay no subire hoy subi por que lo prometi pero hay muy pocas firmas
sobre la novela ya saben que faltan muy pocos capitulos para que se termine :(
los ultimos capitulos son un poco fuerte no voy a decir para bien o para mal pero si son fuertes se los dejo a su criterio :/
besosss
Es un tierno!! más!!!
ResponderEliminarMe encantooooooooo son muy tiernos
ResponderEliminarme encanta mas!
ResponderEliminarporfis
ME ENCANTAAAAAAAAAAA
ResponderEliminarMASSSSSSSS!
Me encantaaaaaa....
ResponderEliminarMaaaaaaas...
Angy... =)
aaaaaaaaaaaaaaaaa llore llore llore que hermoso quiero mas
ResponderEliminarAi dios casi muero con el principio de cap!!
ResponderEliminarSon tan tiernos juntos me encanta la pareja
ResponderEliminarSube mas
ResponderEliminarAh más tiernos me encanta besos Naara
ResponderEliminarMe encanto :'(
ResponderEliminarEn un momento me asuste te juro dije NO un accidente no, pero fue super lindo el capitulo de hoy me encanto todo organizado se lo tenian me encanta!
ResponderEliminarsube masssssssssss
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