Capítulo 58
Peter se despertó en medio de la noche con una terrible
pesadilla. Limpió las lágrimas que habían salido durante el sueño. Bajó a tomar
un poco de agua, eran alrededor de las cuatro de la mañana. Hacía frío, y por
eso le extraño ver una silueta frente a su casa. Luego de unas cuantas miradas,
reconoció a quien pertenecía la figura. Maldijo por lo bajo. No quería cometer
alguna estupidez, pero la oportunidad estaba ahí, frente a él. Rob, la calle solitaria,
Lali durmiendo y nadie que pudiera interponerse.
Era ahora o nunca.
Tomó un enorme cuchillo de la cocina, se puso pantalones
de deportes y un holgado saco con capucha. Escondió el arma bajo su ropa, y se
puso la capucha para salir. Tomó un respiro y se acercó al hombre.
-A estas horas de la mañana es algo extraño encontrar a
alguien decente aquí –bromeó Peter intentando fingir tener un buen ánimo.
-Lo mismo para ti muchacho –murmuró el hombre arqueando
las cejas –cualquiera que te viera con esa capucha creería que eres un mafioso
–ambos rieron. Peter sonrió tanto como pudo.
-¿Vas de fiesta? –preguntó intentando fingir
indiferencia.
-¿Yo, a estas alturas? No, ya no tengo veinte años –dijo
riéndose -¿y tú? Lo dudo, creo que pondrías más énfasis en tu aspecto.
-Salí, no podía dormir y necesita aire fresco –dijo Peter
como si nada –además, Lali tampoco me
dejaba dormir. Habla mucho entre sueños, sobre todo cuando tiene pesadillas
–dejó esa bomba en el aire. Pesadillas. Claro, hablaba de las que ella tenía
desde lo que ese imbécil le había hecho.
-Oh… -nada más salió de su boca. Peter frunció el ceño.
-No sé, quizás haré que visite otro psicólogo aquí en
Londres. En Nueva York no funcionó demasiado. Digo, con lo de las pesadillas
–Rob se tensó. Peter le lanzó una inocente mirada.
-¿Demasiado estrés universitario? –pregunta Rob con toda
la inocencia del mundo. Peter suspiró intentando controlarse. Pareciera que el
cuchillo le gritara que lo asesinara.
-No sé, no creo que sea eso. Los problemas empezaron antes
de que saliera de Londres. –soltó Peter. Rob sonrió un poco.
-Lali es algo extraña, nunca noté nada en ella –miró a
Peter directamente a los ojos.
-Es bastante raro, debido a que ella estaba en la misma
casa que tú –entrecerró los ojos intentando intimidarlo –además… creo que le
tomaste cierto cariño ¿no Rob?
-Supongo –Peter bufó –es una chica tranquila.
-Ya lo creo. No te dio demasiados problemas. En vez de
denunciarte, decidió huir y dejarte el camino libre ¿no?
-No sé de que hablas. ¿Denunciarme?
-No quiero una mentira más. Desde ahora, jugaremos MI
juego –Rob rio. –Y las reglas las pongo yo. Ahora dime Rob. ¿Acostumbrabas a
fijarte en chicas jóvenes?
-Peter, Peter … si juegas con fuego, puedes quemarte.
Creo que tus padres te han enseñado eso. ¿A que sí? –Rob sonrió desafiante.
Peter dio un largo suspiro.
-Hazme las cosas fáciles, ¿quieres? –Rob arqueó una ceja.
Ni el mismo Peter podía entender como
estaba tan tranquilo. –Respóndeme la maldita pregunta.
-Debo admitir que las más jóvenes me ponen –sonrió. Peter
bufó –yo me enteré de que a ti te gustan mayores. El diario de la pequeña Lali lo decía claro. –el rizado sintió un dolor
extraño en el pecho. Recordar esa parte de la historia no le era demasiado
agradable.
-Dentro de los márgenes legales, claro –dijo Peter. –sin
nadie que fuese obligado.
-Espera, no sé que versión de la historia te conto tu
noviecita… pero no la obligué a nada. Y bueno, seamos sinceros. Ella disfrutó
más que contigo. –Peter sintió que el control comenzaba a salirse de sus propios
límites.
-¿Disfrutar? –preguntó molesto -¿Realmente estás tan
enfermo? Nadie disfruta las cosas que hace obligado.
-Tu novia no es una santa, Lanzani –dijo fríamente –le
encanta provocar. Pasearse por la casa con ropa interior, olvidándose que yo
vivo ahí. Esa ropa que usaba, y la manera en que me hablaba. Ella se lo buscó.
-Eres un bastardo Rob. –la furia comenzó a apoderarse de
Peter, al punto de que su corazón palpitaba con violencia en su pecho, y su
mano picaba por tomar ese afilado cuchillo. –te aprovechaste de ella imbécil,
le hiciste todo el daño posible, y no terminarás impune. ¿Lo sabes cierto?
-Dudo que alguien les crea. –dijo divertido. –Ha pasado
tiempo ¿no?
-Bueno, entonces yo tomaré cartas en el asunto. –dijo
Peter. Su mano se acercó al lugar donde ocultaba el arma.
-¿Me golpearás de nuevo? Recuerda que no te salió
demasiado bien.
-No. Esta vez, te mataré –susurró Peter con ira.
Sacó el arma del lugar y se abalanzó contra el hombre,
quien lanzó un grito. Rob retuvo el brazo de Peter con firmeza, mientras ambos
forcejeaban contra el otro. Rob para evitar su muerte segura y Peter para
matarlo. Estaba decidido, y enloquecido por hacerlo.
-¡Te voy a matar bastardo! –gritó.
Lali se removió,
víctima de un mal sueño. Unos gritos que provenían de la calle la despertaron.
Abrió los ojos, que le pesaban bastante, y se acercó a abrazar a Peter. Pero
solo encontró el espacio vacío. Un presentimiento atacó su pecho. Gritos a
estas horas de la mañana, en un barrio tan tranquilo de Londres. Miró por la ventana
que daba a la calle. Dos hombres peleando. Frunció el ceño, no veía claramente
si reconocía a alguno de los hombres. Hasta que la voz de uno de ellos heló su
corazón.
-Peter… -susurró antes de correr. Tomó el teléfono
rápidamente. Sus dedos temblaban. Un pitido, dos pitidos, tres…
-Lali , ¿sabes que hora es cierto? –la voz de su mejor
amiga
-¿Estás con Agustin? –preguntó con desesperación.
-Sí, ¿sucede algo? –preguntó perezosa.
-¡PÁSAME A AUGUSTIN! –gritó. Candela inmediatamente le hizo caso. Le dio el teléfono
a su novio, quien frunció el ceño e intentó abrir bien los ojos.
-¿Lali ?
-PETER ESTÁ CON ESE HOMBRE OTRA VEZ, ESTÁN MATÁNDOSE
–gritó sollozando. Agustin entendió de inmediato y dijo.
-Voy para allá.
Desafortunadamente, los padres de Peter no estaban esa noche, pues habían sido
invitados a otro evento. Lali se puso un
saco de Peter, si salía no podría hacer mucho, pero quizás podría hacer entrar
a Peter en razón.
Mientras tanto Peter seguía forcejeando con Rob. Un
manotazo del hombre hizo que el cuchillo saltara fuera del alcance del rizado.
Otro movimiento y Peter estaba bajo sus manos que apretaban su cuello con
fuerza.
-¿Querías jugar pequeño? –la voz de un agitado Rob aún
seguía mostrando burla -¿A qué quieres jugar Lanzani? ¿Al superhéroe? Ya no
cuidaste a tu noviecita cuando pudiste, ahora la valentía no te servirá de
nada.
Peter comenzaba a sentir la falta de aire. Intentó
removerse, pero no sucedía nada. La puerta de una casa distrajo a su atacante,
entonces logró empujarlo y darle un golpe en la cara. Saltó sobre él y le dio
otro puñetazo en la boca. Los labios del hombre comenzaron a sangrar de
inmediato. Rob se recuperó rápidamente y golpeó a Peter en donde lo había
herido. Su ceja sangró de inmediatamente, el dolor lo cegó. El hombre aprovechó
para lanzarse contra él, haciéndolo caer y que su cabeza golpeara con fuerza el
pavimento. Estaba seguro que se había cortado la cabeza.
-¿Dónde están tus súper poderes Lanzani? –le gritó el
hombre mientras le daba un puñetazo en el estómago. Peter comenzaba a marearse.
Miró a su lado, entonces vio el cuchillo tan cerca de sus dedos… intentó
tomarla, la alcanzó con sus dedos sin que Rob se percatara. Entonces, con todas
sus fuerzas intentó enterrarle el arma. Pero solo consiguió que el filo del
cuchillo le cortara un poco el brazo. El hombre bramó de dolor, pero
inmediatamente golpeó al chico cerca de las costillas, haciéndolo chillar.
Lali vio espantada toda la escena sin pronunciar palabra
alguna.
Y justo en ese momento, sus músculos se congelaron.
Rob tomó el cuchillo, que al cabo de unos segundos estaba
alojado en el estómago de Peter. El muchacho gritó de forma desgarradora.
En ese momento, todo el mundo comenzó a decaer para ella.
Rob, como todo el cobarde que siempre fue, corrió, mientras ella se acercó
desesperada a su novio.
-Peter… -sollozó ella abrazando a su novio. Se quitó el
saco, y luego la camiseta. Volvió a ponerse el saco y utilizó la camiseta para
detener la sangre –estarás bien amor… -su voz temblaba y sonó poco convincente.
-Lali -susurró Peter.
-No hables amor, no hables –ella apretó un poco más la camiseta
contra la herida de Peter. El gimió débilmente. La camiseta rápidamente estaba
empapada de sangre. -¡Ayuda! –chilló ella sollozando –alguien…
Dos autos llegaron en el instante, la policía y Agustin Sierra corrió hasta su amigo, seguido
de su novia Candela. Ambos dieron un grito ahogado al ver al muchacho
desangrándose allí. La policía antes de llamar a una ambulancia, decidieron
llevarlo ellos mismos. Resultaba más rápido.
Entre dos policías y Agustin levantaron al muchacho con
cuidado, y lo metieron en el asiento trasero, junto a Lali, quien mantenía
presionada la herida para evitar el sangramiento.
Encendieron la sirena, y partieron velozmente hacia un
hospital. Más tarde se encargarían del agresor. Lali sollozaba silenciosamente. Peter intentaba
mantener los ojos abiertos, trabajo que comenzaba a serle difícil.
-No te duermas Peter… -susurró ella –no lo hagas Peter…
-el pestañeó débilmente. Sus ojos azules estaban cristalinos, y una silenciosa
lágrima resbaló de ellos. Lali mordió
sus labios con fuerza. –Saldrás de esta… eres fuerte cariño, todo va a estar
bien. Recuerda que iremos a ver los apartamentos, y estaremos juntos…
-intentaba charlarle para que no perdiera la conciencia.
-Lali -susurró
débilmente el chico.
-Estoy aquí amor, no hables… estarás bien.
-Te amo… -susurró Peter.
-Yo también te amo… -dijo ella. El muchacho comenzó a
cerrar los ojos –no Peter, no te duermas por favor… -estaban a punto de llegar,
pero la desesperación podía con ella –no Peter, amor, no por favor. –sus
lágrimas comenzaron a caer con más rapidez –Peter despierta ¡Peter!
Llegaron al hospital, y uno de los policías, llamó a un
paramédico. Trajeron de inmediato una camilla y un respirador artificial. Lo
subieron y lo ingresaron, pero antes de eso, Lali se había percatado de que el pulso de su novio
había desaparecido.
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:o murio :o
gracias por sus firmas
+20
:o murio :o
gracias por sus firmas
+20
mentiraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! mass porfiasss
ResponderEliminarNo se puede morir, no se puede morir no se puede morir!
ResponderEliminarMás!
no nos puedes decir:
ResponderEliminar:o murio :o .....como si nada, enserio!!
TIENE QUE SER MENTIRA...
M.E.N.T.I.R.A!! Peter NO se puede morir!! no no no no!! :'(
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEE
Nooooooo....
ResponderEliminarMaaaaaaas... que intrigaaaa...
Angy.... =)
estoy llorando a mares, me dio pena..... no puede morir peter no tiene que morir porfa síguela lo antes posible
ResponderEliminarmas nove
ResponderEliminarre triste el cap
Nooo! Mentira! Empezé a leer tu novela desde ayer, me encanta como escribis. Me hiciste llorar a mares ¡NO PUEDE ESTAR MUERTO! te felicito. Pienso que sos una gran escritora :)
ResponderEliminarSeguila! Quiero masss!!!
NANANANA. NO MURIÓ. Porque si murió se acaba el mundo (? Ahh.
ResponderEliminarMáaaaaaaaas
no lo podes matar!!!!
ResponderEliminarmas sube mas!!
ResponderEliminarmasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarnoo peterr no se puede morirrr
ResponderEliminarNo te juro que estoy llorando :( No se puede morir no no no..
ResponderEliminarcuando subis mas=
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