Capítulo 52
No tenían idea como el tiempo había pasado tan rápido.
Quizás entre viajes, salidas, risas, estudios, todo se había ido tan
velozmente, pero lo habían pasado de maravilla. Se amaban, y disfrutaban
demasiado juntos. Lali y Peter se encontraban besándose como si el mundo se
fuera a acabar. Sus labios estaban tan hinchados que comenzaban a arder. La
lujuria se apoderaba de ambos a medida que sus pasos los dirigían a la
habitación de Peter.
Tropezó intencionalmente contra su cama, y cayeron
riéndose sobre la boca del otro.
-Me hiciste golpearme –dijo ella sobre sus labios –tonto.
-Lo siento –dijo divertido. –amor, tienes boquita de
pato.
-Tú también –dijo ella rozándole los labios con la punta
de los dedos. –dios, te ves tan sexy con la boca de pato.
-¿Tengo boca de pato? –preguntó divertido mientras
estiraba más los labios, con expresión divertida. Lali rio y asintió. Peter le miró los labios y le
dio un corto beso –te amo tanto preciosa. No puedo creer que mañana me voy…
-Pero recuerda que nos veremos pronto, lo he arreglado
con papá –dijo ella tocándole la punta de la nariz. –ofreció enviarme el dinero
para arrendar un apartamento, lejos de la casa de mamá.
-Gracias a Dios –dijo Peter acercándose a su boca. Le
mordisqueo sensualmente el labio inferior. –no podría estar sin ti.
-¿Quién diría que Peter Lanzani sería tan cursi? –dijo
ella susurrándole en el oído.
-Siempre he sido cursi, solo que supe ocultarlo muy bien
–dijo el muchacho pasando su mano por el largo cabello de su novia.
-Sigo sin creer como nunca me había fijado en ti, si eres
tan guapo –dijo ella sonriéndole mientras jugueteaba con el pelo del muchacho.
-Siempre supiste que era guapo, pero odiabas mi personalidad
de casanova. –concluyó Peter –solo lo hacía porque tenía miedo de que me
rechazarás preciosa.
-Es divertido recordarlo. Jamás creí que estuvieras enamorado
de mí. Yo soy solo Lali, mientras tú tenías a toda la secundaria a tus pies.
-Nunca fue suficiente, faltabas tú. Pese a que eras mi
mejor amiga, yo quería besarte, quería poder demostrarte que yo no era esa
máscara que los demás veían. Y después de todo lo que hice mal, tú seguías ahí y
solías hablarme de que yo era bueno, solo que me gustaba hacer estupideces.
Siempre fuiste una de las personas que sabía que en el fondo, no era así. Y eso
fue lo que más me enamoró de ti, tú podías ver lo que otros no. –susurró Peter mientras
la miraba fijamente. –no sabes como me moría por decirte que te amaba. Cuando
salías con el imbécil de Jeronimo, fue un golpe bajo. Dolía verte con él, así
que yo me tiraba alguna chica fácil para pasar el rato. Ni siquiera así salías
de mi mente… y ¡dios! Como te deseaba, el día del baile de primavera, sentí que
te violaría ahí mismo. Y el baile de fin de curso, revolucionó mis hormonas más
que nunca. Ese sensual vestido rojo te quedaba perfecto… -le dijo en el oído.
-Gracias –dijo ella sintiendo sus mejillas colorarse. Peter
sonrió con ternura -¿y tú? Debo admitir que a pesar de que no me gustabas,
siempre pensé que eras guapo. Con traje, me hacías sentir extraña. Te veías tan
jodidamente bien, que dudé si me gustabas o solo era el momento. –Peter sonrió
–además, siempre fuiste atento y preocupado conmigo, aunque fueras un idiota en
la secundaria.
-Te amo, te amo y te amo –dijo él atrapando sus labios
con intensidad y pasión.
Esa noche, planearon tener una hermosa cena de despedida.
Peter volvía a Londres, y según Lali , ella iría uno o dos meses después. Lali preparó todo. Al fin y al cabo, era Peter el que se iba. Le preparó comida. Apenas el
llegó de la universidad, pues había hecho unos trámites para comprobar su
regreso a Inglaterra, sonrió al ver la mesa con velas y a ella vestida para la
ocasión. Llevaba un ligero vestido blanco, con un cinturón pequeño café, su
cabello caía ondulado, y llevaba tacones. Se veía como una diosa.
-¡Wow! –exclamó mirándola. Ella se acercó y lo miró
coqueta. Peter la tomó por la cintura y le plantó un beso en los labios –estás…
-¿Qué?
-Dios mío, estás bellísima. –dijo él. Le tomó la mano y
la hizo dar una vuelta, admirando su belleza.
-Gracias por el cumplido –dijo guiñándole un ojo. Peter sonrió –siéntate amor, te traeré algo que te
gusta mucho.
Sirvió comida, charlaron y rieron. Peter la observaba,
grabando cada detalle de ella en sí mismo. Peter se sirvió una copa de vino.
Tomó un sorbo sin dejar de observarla minuciosamente. ¿Cómo podía ser tan
jodidamente hermosa?
-Está delicioso –dijo Peter sonriéndole a Lali. Ella
sonrió complacida.
-Me alegra que te guste –dijo ella. Peter tendió su mano
sobre la mesa, y ella la tomó con gusto. El muchacho acarició con sus dedos el
dorso de la mano de la chica. –Peter. –el la miró atento. –Quiero que vivas
conmigo en el apartamento que tendré. –ella se mordió el labio coqueta,
mientras él procesaba lo que ella había dicho ¿realmente quería vivir con él? Peter
estaba callado, Lali en un principio pensó que no quería, pero él sonrió luego
de eso.
-¿Enserio? –preguntó emocionado. Ella asintió –Amor…
estaría encantado.
-Lo haremos –dijo ella. Terminaron de comer.
-¿Damos un paseo? –preguntó él. Ella sonrió y asintió. Peter
tomó la mano de la chica y salieron del apartamento.
Nueva York era maravilloso de noche. Las luces de cada
una de las publicidades y edificios iluminaban el lugar y le daban ese aspecto
propio de una ciudad que está viva de noche. Peter pasó el brazo alrededor de
su novia y le dio un beso en la frente. Extrañaría un poco Nueva York, aunque
no cambiaba la vida más relajada de Londres. Aún así, lo había pasado de
maravilla.
-Tengo una sorpresa para ti –dijo ella.
-¿Otra?
-Sí, sé que te gustará. –ella sonrió mientras sacaba algo
de la cartera. Entonces tomó los papeles y se los enseñó. –iremos al piso más
alto del Empire State. –Peter abrió los ojos como platos y sonrió. Se comenzó a
reír. -Eres maravillosa –dijo embobado. La agarró por la cintura y le plantó un
beso.
-Vamos, estamos en la hora –dijo ella agarrándole la
mano. Caminaron hasta llegar a la Quinta avenida, con la calle West 34th Street
y miraron el Empire State en todo su esplendor. Se dirigieron a la entrada, la
emoción se hacía parte de ellos. Había una fila de personas, así que se
pusieron allí. Se registraron en la entrada por el personal de seguridad,
quienes les proporcionaron mapas, y algunos recuerdos del edificio. El edificio
contaba con 73 ascensores. Así que los condujeron por los pasillos para ir al
observatorio de la construcción. Peter estaba un poco nervioso. Tomó con más
fuerza la mano de su novia cuando subieron al ascensor.
-Los ascensores son algo rápido ¿estarás bien? –preguntó Lali.
Peter asintió sacudiéndose su cabello con la mano, algo que solía hacer cuando
estaba nervioso.
-Se tarda en subir cuarenta y cinco segundos al piso
ochenta –aseguró un hombre del personal del edificio.
A Peter casi se le
salieron los ojos de sus cuencas. ¿45 SEGUNDOS? Dios, sintió que tendría un
ataque cardíaco ahí mismo.
El ascensor llegó, junto a ellos subirían una pareja con
un niño de alrededor de diez años y ellos. Peter tomó una bocanada de aire y
entró.
-¿Listo? –preguntó Lali acercándose a él y poniéndose de puntillas. Le
besó los labios suavemente.
-Eso creo. –dijo suspirando. El ascensor cerró las
puertas, y apenas partió, todos soltaron un grito ahogado pues la sensación de
vértigo por la ascensión se apoderó de ellos. Lali sonrió a Peter.
-¿Estás asustado amor? –preguntó. El negó pero ella rio
pues sabía que Peter estaba algo asustado. –Tranquilo, mira hasta el niño tiene
menos miedo –El muchacho pequeño se volteó y dio una sonrisa de suficiencia, Lali
rio divertida. Las puertas se abrieron en el primer observatorio, era alrededor
de veinte pisos más abajo del último. Peter rogó por salir, pero aun faltaba un
poco. La familia bajó allí. Ellos siguieron en el ascensor hasta el final. El
ascensor por fin se abrió, y una chica del personal del edificio los recibió.
-Bienvenidos al observatorio del piso más alto del
edificio –dijo la muchacha de ojos celestes. Peter le dio una de sus sonrisas
coquetas. Lali le apretó la mano. Peter gimió suavemente y Lali sonrió con suficiencia. –si me siguen, podrán
ver totalmente la vista de la ciudad.
Ambos sonrieron, mientras Lali sacaba la cámara de su bolso. Peter la miró
sonriendo ante de alzar su vista ante la gran ciudad que se presentaba ante
ellos.
-Espero que disfruten la vista –dijo la muchacha. Ellos
estaban embobados. Podían ver la ciudad totalmente iluminada, y desde una altura
inimaginable. Lali suspiró fuertemente por la sorpresa. Peter abrazó a Lali por la cintura, observando la imagen. Su miedo
a las alturas desapareció al contemplar la maravillosa vista que tenían. Lali enfocó la cámara y tomó algunas fotos.
-Dios… esto es maravilloso –dijo Peter sorprendido. –Mira
lo grande que luce la ciudad frente a nosotros… tan pequeños.
-Es increíble que mirando tan solo una ciudad, te
imagines lo grande que es el mundo entero… -susurró ella. –y lo más increíble,
es saber que el mundo es enorme, y haber tenido la suerte de haberte conocido…
-dijo ella volteándose. Peter la miró con ternura, y se acercó a ella. Juntaron
sus labios y se dieron un apasionado beso. Estaban en la cima del mundo, y
hasta allí tenían que sellar su cariño. Lali sacó la cámara, rozaron sus labios
y tomó la foto con toda la vista de la ciudad iluminada en fondo. Luego
sonrieron a la cámara y sacaron otra foto.
-¿Puedes tomarnos una foto? –le preguntó Peter la
muchacha rubia. Ella les sonrió y asintió. Posaron para la foto abrazados, y
luego besándose. Agradeció a la chica que lo miró algo embobada.
-Te amo –dijo Lali rodeándolo con sus brazos. Peter la levantó un
poco y ella se rio divertida.
-Gracias a Dios, entre tantas personas, te conocí Lali.
–dijo Peter. Luego sacó algo de su bolsillo y dio una sonrisa. –tengo algo para
ti. Cierra los ojos.
Ella lo hizo. Louis se dio la vuelta y sacó la cadena de
oro que había comprado para su novia. La dejó caer en el pecho de ella. Sacó un
espejo que le había robado de la cartera, y le mostró.
Lali dio un grito
ahogado. Era hermosa. La figura que había era una imitación en oro de una casa
de lego. Volteó con los ojos algo llorosos.
-Sé que te gustan las casitas de lego. –dijo él cerca de
ella –ya sabes lo que significa.
La canción, pensó Lali . Lego House, de su cantante
favorito Ed Sheeran. Era un gran significado para ella. Volteó la cadenita
frente al espejo. Solo habían tres letras. P&L La muchacha sonrió
mordiéndose el labio y lo miró para agarrarlo por la nuca y darle un beso.
-Siempre te levantaré cuando te caigas, siempre haré lo
mejor para ti. Y recuerda, siempre te voy a amar. Y ahora sé que te puedo amar
mejor. –dijo haciendo una metáfora de la canción del pelirrojo. Ella lo abrazó
fuerte.
-Te amo Peter –susurró en su oído.
-Te amo Lali -dijo. Unieron sus labios y se miraron con una
enorme sonrisa.
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Gracias por las firmas :)
Besosss!!
Me encanto el capitulo :) amo el amor que se tienen jajaja y me encanta tu foto de fondo tambien la amo <3 jajaja te pasas? tengo novela nueva :) http://casijuegosca.blogspot.com.ar/
ResponderEliminarMaaaaaas...
ResponderEliminarMe encantoooo....
Angy =)
Awwwwwwww son HERMOSOS<3
ResponderEliminarMas Mas Mas Mas
más tiernossssssssss besos Naara
ResponderEliminarMe encanta más!
ResponderEliminarme encantoooooooooo el capitulo
ResponderEliminar